Me encontréé con esa imagen el día de hoy y he estado pensado mucho con respecto al tema para llegar a la conclusión de que estoy de acuerdo con lo que dice...
¿Por qué?
Bien. Primero que todo, es obvio que cuando planeamos una salida, una fiesta, una pijamada o algo así tenemos expectativas, éstas pueden ser altas o bajas dependiendo de la persona, ocasión, la ubicación, la compañía y muchos otros factores. Cuando planeamos algo que nos tiene esperando por semanas muy emoci
onados, es normal que n
Tomada por mi mejor amiga |
Puede pasar también que estamos emocionados pero cuando llega ese momento estamos ausentes mental o emocionalmente y no aprovechamos el tiempo.
Cuando algo pasa sin ser planeado suele ser más especial e interesante por la espontaneidad del instante; no tenemos ese problema con las expectativas que nos frenan de disfrutar libremente y sin miedo.
Un buen ejemplo puede ser de alguna noche que no duermas por estar leyendo o viéndo películas y sin quererlo, dejas la ventana que está más cerca tuyo abierta y alcanzas a ver el amanecer sin haberte dicho horas antes "Okay, esta noche no duermo porque quiero ver el amanecer" son cosas que simplemente pasan, instantes que pueden parecer insignificantes pero que en realidad valen mucho.
Los momentos que más recuerdo con mis amigos son los que pasaron un día que nos topamos casualmente e invitamos a otros y compartimos juntos un rato y ¿saben? la pasamos bien, siempre la pasamos bien.
Recuerdo que una vez en febrero del 2013, no hicimos nada trascendental, solo llegamos a mi habitación, conversamos, nos tomamos fotos, jugamos con mi plancha de cabello y creo que es uno de los días que más quedarán guardados en mi memoria ya que es un recuerdo sencillo, nada extraordinario pero muy especial de un momento que compartí con dos personas que me importaban mucho, me importan mucho y jamás podría olvidarlos.
Nunca se sabe cuando un día ordinario pasará a ser especial y eso hace los momentos no planeados más emocionantes que los que planeamos.